La crónica de la comunidad de un valle plagada de nostalgia y de sentimiento
Decíamos , en el capítulo Turón. Crónica de medio siglo (1930-1980), que indicaríamos el motivo por el que reflejábamos un poema que nos había dedicado Manuel Noval y, una vez leído ha llegado el momento de dar una explicación. A lo largo de estos últimos tiempos ha sido una realidad las numerosas personas que nos han testimoniado su gratitud por la publicación de esta modesta obra sobre el valle de Turón. Y decimos modesta porque así lo sentimos. Estos libros no son más que un estudio sencillo, nada profesional, que no está sujeto a ninguna metodología, en cuya confección, eso sí, hay grandes dosis de entusiasmo y entrega. Sin embargo, esa pequeña vanidad que todos llevamos dentro nos ha inclinado a publicar esos versos que Noval nos ha dedicado. Hacemos referencia a ellos, únicamente, como representación de las incontables muestras de beneplácito que hemos recibido de la población turonesa. Lo que podemos asegurar es que ese empeño, se ha traducido en una aplicación de muchos miles de horas de nuestra vida en las cuales hemos experimentado un auténtico placer.
Este blog, al igual que todos mis libros, está repleto, no solo de historias, de imágenes y de nostalgias, sino también de agradecimientos hacia todos aquellos que han colaborado para que nuestro proyecto llegara a buen término. Por este motivo,siempre hemos querido grabar los nombres de todos aquellos que, a lo largo de más de treinta años, se han ofrecido a facilitarnos datos o fotografías para que nuestros libros se parecieran más a la idea que teníamos preconcebida. Es, éste, un importante detalle que no puede pasarse por alto, que no puede obviarse, que no puede oscurecerse. Y, al menos, es una obligación moral por mi parte el reflejar su nombre como sencilla muestra de agradecimiento. Pero no siempre ocurre lo mismo en estos casos pues nos vienen ahora a la memoria algunas anécdotas en uno y otro sentido que lo corroboran. Hace algunos años. a propósito de una publicación relacionada con el municipio, nos decía un amigo que, casualmente, le había proporcionado una nada despreciable documentación a su autor y, al final, no le había citado en ningún sitio. Ni a él ni a ningún otro: "Es como si ese libro fuera la Biblia, no tiene bibliografía, es decir, teóricamente, como si no hubiera recibido ayuda de nadie". Se expresaba irónicamente en tales términos pero en el fondo estaba dolido por aquella actitud cicatera del autor. En realidad, un estudio de esas características siempre es fruto del esfuerzo de muchos y hay que saber reconocerlo; no es el caso de una novela que sale exclusivamente de la imaginación del autor. También existe el nada edificante ejemplo de alguno, y aquí si que hay una relación con nuestra obra, que, desde hace algún tiempo, sin ningún tipo de prejuicios, se lanzan alegremente a escribir la historia del valle de Turón. Más bien diríamos a reescribirla. Se trata de alguno que copia datos que a nosotros nos ha costado años en encontrar, perdidos en en esos archivos que mencionamos en nuestros libros. Luego, les resulta muy cómodo aunque sea poco honesto, en cinco minutos robar ideas de nuestras páginas. Pero, claro, les falta dignidad para citar las fuentes consultadas.Incluso alguna fecha histórica que hemos propuesto como aproximada por carecer de datos concretos, nos la han copiado y hecho suya. Esto ya es el colmo de la desfachatez. Allá ellos con su conciencia.
Es también una historia llena de gratitud hacia un pueblo que colaboró, en general, con una predisposición ejemplar
A continuación, vamos a relacionar todos esos nombres a los que aludíamos. Algunos aparecerán repetidos por haber colaborado en varios de nuestros libros, pero lo que debemos de tener claro es que no falta ninguna persona aunque solo nos haya proporcionado una fotografía en su momento. Y en cada caso se hace constar, indistintamente, sin seguir un criterio fijo, el lugar donde nació, donde vivió alguna vez o donde vive actualmente. Lo que no se podrán reflejar, evidentemente, serán todas esas vecindades simultáneamente, Al respecto, vamos a contar la siguiente anécdota: el pregonero de las fiestas patronales de 2017, Luis Alberto Fernández, con motivo de su discurso, manifestó públicamente, aunque en tono cariñoso, que "Lito", el autor de los libros de Turón, se había equivocado al considerarlo como nacido en Torrelavega. Más adelante, al contactar con nuestro prestigioso barítono internacional para "desfacer ese entuerto", le hicimos ver que en la página 121 de nuestro libro "Turón. El fin de una época" constaba como nacido en Vistalegre, fruto de la entrevista que le habíamos realizado 15 años atrás. El bueno de Luis Alberto reconoció que le habían informado pésimamente y nos pidió disculpas. Como esto ya ha quedado convenientemente aclarado, vamos a terminar diciendo que somos conscientes de no ser infalibles pero tampoco es justo que algunos, de forma anónima, nos asignen errores que no hemos cometido.
Hay una ayuda inestimable que fue determinante para poner en marcha esta historia y para enriquecerla, que corresponde a mis progenitores . Esta viene reconocida en un capítulo aparte que hemos titulado "Homenaje a mis padres". Luego, es de justicia hacer referencia de otra importante colaboración en las personas de Germán Prieto y Genaro Quevedo que, por su condición de turoneses destacados en el aspecto artístico, vienen reflejados en el capítulo "Figuras notable de la sociedad local". Tampoco podemos olvidarnos de otra serie de turoneses que colaboraron de forma reiterada en la presentación de los libros del valle de Turón. Sirva la siguiente fotografía para rendir nuestro reconocimiento a Zoilo Martínez de Vega, a Manuel Menéndez Baquero y a Pablo Prieto.Urbiés 2003. Lito con amigos y colaboradores en la presentación de varios de sus libros: Zoilo Martínez de Vega, periodista de la Agencia EFE,(1), Pablo Prieto, licenciado en Derecho, (3) y Manuel Baquero, Graduado Social y librero (4).
A continuación, con algunas fotografías, queremos reconocer nuestra deuda con otro reducido colectivo de amigos que, a pesar de no ser turoneses, no por eso dejan de tener menos relevancia en el desarrollo de esta historia
2015. Lito departiendo con Urbano Álvarez, también funcionario del Ayuntamiento de Oviedo y asignado a Planeamiento. Este amigo suyo, tiene un récord muy particular: es la persona que le ha acompañado en Turón en las presentaciones de los diez libros publicados desde 1995, de las cuales ha realizado multitud de fotografías. Siempre inseparable de sus cámaras y trípode, dejó constancia, puntualmente, de estos acontecimientos culturales a través de diversos reportajes cinematográficos (Foto de Antonio Fernández).
Antonio Fdez.( 2) es un enamorado de la fotografía que a lo largo de su vida ha realizado muchos miles de instantáneas, sobremanera de paisaje, tanto de Asturias como de las tierras de Castilla . También asistió a todas las presentaciones de los libros de Lito en Turón, exceptuando el primero (Informaciones del Turón antiguo) que, por motivos familiares, excusó su presencia. Pero ya para este libro aportó varias fotografías y la excelente portada del mismo. En cuanto a Lorenzo Carvajal (1), veterano estudiante en la Escuela de Música de Oviedo, en varias ocasiones deleitó a los asistentes a dichas presentaciones en el Ateneo de Turón con sus magníficos conciertos de acordeón. Dos grandes amigos del autor (Foto de Urbano Álvarez).

Ateneo de Turón 2.012. Presentación de “Memoria gráfica del Turón industrial (Tomo II)”: Baquero (1),Longinos (2), Lito(3), Heradio (4) , Ávila(5). Longinos Fernández es natural de Laviana y dirige desde hace años los departamentos de Estadística y Registro General del Ayuntamiento de Oviedo. Conviene hacer notar que desde la presentación del libro V (En busca del Turón perdido) se convirtió en un fijo de la mesa en este tipo de actos. Actuaba como maestro de ceremonias y lo hacía con tal aplomo y profesionalidad que cualquiera diría que esa había sido su dedicación de toda la vida (Foto de Antonio Fernández).
Instantánea realizada por Antonio Fernández durante los festejos de San Mateo de 2017. En ella están presentes, delante de la iglesia de San Salvador de Oviedo, el autor (4) y algunos de sus amigos y colaboradores: Andrés (1), Urbano (2), José Antonio (3) y Nicanor(5). Hablar de Nicanor, por ejemplo, es hablar de un gestor de Empresa cuya especialidad es la historia de Roma. Ha sido el comentarista en varias ocasiones de la proyección fotográfica que siempre tiene lugar el día de la presentación de los libros. Su afición preferida: salirse del guión de vez en cuando para contar una anécdota simpática que sabe agradecer el espectador. José Antonio ingeniero informático que trabaja en el departamento de Organización y Sistemas del ayuntamiento de Oviedo. Por su parte, Andrés Palicio, acompañante del autor en varias ocasiones, en Oviedo y Gijón, está integrado en la sección de Urbanismo de dicho organismo oficial.
Finalmente, mencionaremos , uno por uno, al extenso colectivo de hombres y mujeres, turoneses de pura cepa, que han puesto su granito de arena para que esta crónica poliédrica mostrara su cara gráfica. Mi estima y consideración hacia todos ellos.
Colaboradores en "Informaciones del Turón antiguo"
Por tratarse del primer libro,este volumen se compone, prácticamente, de texto y al final vienen unas páginas con la consiguiente bibliografía utilizada. La colaboración fotográfica es puntual y aparece señalada en el lugar correspondiente.
Colaboradores en "Memoria Gráfica del Turón Industrial (1880-1980)"
Colaboradores en "Turón. Crónica de medio siglo (1930-1980)"
Colaboradores en "Turón. El fin de una época"
Colaboradores de "En busca del Turón perdido"
Colaboradores de "El enigma de Turón"
Colaboradores de "Memoria gráfica del Turón industrial (Tomo II) "
Colaboradores de "El despertar de Turón"