A partir del año 1991 me volqué en la preparación del primer libro sobre la historia del Valle
El primer volumen, “Informaciones el Turón antiguo”, se empezó a gestar en mi imaginación cuando discurría el año 1987, pero enfrascado en otro proyecto (biografía sobre el mariscal Solís) que publiqué en 1991 y ocupado en mis clases vespertinas de Matemáticas a lo que había que sumar mis obligaciones como funcionario en jornada matutina en el Ayuntamiento de Oviedo, lo cierto es que me quedaba muy poco tiempo libre; luego, el grave percance automovilístico que sufrí en la primavera de ese año ( del que se extensamente en el epígrafe «De Murias a Murias») trastocó mis planes de futuro. A partir de entonces, obligado a abandonar la práctica de la enseñanza, durante el dilatado periodo de convalecencia que se prolongó año y medio se me brindó la ocasión de tomar contacto con el archivo del Ayuntamiento de Mieres donde obtuve importantes noticias sobre el valle de Turón. En esta época, de forma transitoria, estaba ubicado en un sótano del edificio que albergaba la oficina de Correos en la calle Valeriano Miranda.
Al cabo de un tiempo, cuando había obtenido toda la información necesaria, me dijo el archivero que no recordaba a nadie que hubiera asistido al archivo durante tanto tiempo: fueron unos cuatro meses de 1992, en horas matutinas de lunes a viernes, desempolvando papeles y escrutando documentos, una vez que me había recuperado en buen grado de las graves lesiones que me ocasionó el accidente de carretera; además, hay que añadir el hecho curioso de que en aquella temporada fui, en la práctica, el único usuario del archivo lo que facilitó mi labor que no fue interrumpida en ningún momento.
En lo concerniente a la idea de embarcarme en esta nueva aventura, fue mía sin lugar a dudas; sin embargo mi padre había sido el gran inspirador de la obra, pues desde siempre me habló del esplendor del que Turón había gozado en los años de anteguerra que coincidieron con los de su infancia. Ahora, en los años noventa, cuando yo estaba confeccionando los diversos capítulos del libro, él se encontraba postrado en una silla debido a graves problemas cardiovasculares pero se entusiasmaba con las páginas que le leía hasta el punto de exclamar: ¡Este libro va a ser una bomba¡ A la postre tendría razón pues su acogida fue extraordinaria, aunque para mi este hecho no constituyó ninguna sorpresa. Tal era la fe que tenía puesta en el alma de los turoneses que deseaban fervientemente ver reflejada sobre el papel su propia historia. Siempre tuve esta intuición. A decir verdad, desde la infancia en que mi padre ya me iba hablando del resplandor industrial y cultural que iluminó el Valle en la anteguerra. Era un tema tabú y aún lo era cuando estuve a punto de ir al Servicio Militar, pues en la calle no se podía hablar de nada relacionado con los sucesos acaecidos durante la II República y, por ende, de las décadas anteriores en las que se gestaron, por decirlo de alguna manera, tales acontecimientos.



CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES DEL LIBRO
Dimensiones : 16 por 24 cm
Nº de páginas : 422
Nº de fotografías : 48
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La publicación de este primer libro “Informaciones del Turón antiguo” tuvo lugar el 20 de mayo de 1995. Con tal motivo fui invitado por el Ayuntamiento de Mieres, a través del concejal de Industria, Arsenio Suarez, para presentarlo de manera oficiosa en un improvisado stand de la Feria de Muestras que el Consistorio mierense organizaba anualmente durante el mes de junio.
En el transcurso de aquellos primeros meses recibí la felicitación de gran número de personas, algunas de las cuales me vienen a la memoria como Manolito Huerta, antiguo empleado de Hulleras de Turón, Manolo Mortera, ayudante técnico sanitario de Minas de Figaredo, Juan Luis Martínez de Vega, abogado y nieto de Salvadorón de La Felguera, Plácido Ceballos, químico en una empresa de abrasivos en Madrid e hijo del que fuera chófer de D. Rafael del Riego y de D. Francisco de la Brena, José María García-Tuñón, sobrino-nieto de Bernardo Aza, etc. Todos ellos vinieron a mi puesto de trabajo en el Ayuntamiento de Oviedo para conocerme personalmente y mostrarme su agradecimiento por haberles dado a conocer aquel trabajo sobre el valle de Turón que pasaba por ser el primero que aparecía en toda su historia.

La presentación oficial de la obra se emplazó para las fiestas patronales del Cristo de la Paz. La celebración tuvo lugar el día 6 de setiembre celebrándose en la sede de la asociación turonesa “Mejoras del Valle”, situada en Vistalegre en la antigua casa de los maestros. Me acompañaron a tal fin el profesor de EGB, Elías Fernández y el popular y polifacético Miguel Olivar. Días más, tarde, Manuel Menéndez Baquero, me llamó para formar parte del colectivo “Pulso por Turón” que apoyaba un proyecto de inspiración suya con el que se proponía obtener para Turón la declaración de “Patrimonio Histórico de la Minería”.

Ya en la primera reunión uno de los convocados, Fermín Rodríguez, profesor universitario natural de Figaredo, me invitó como monitor para un curso de Extensión Universitaria titulado “Poblamiento de las comarcas mineras” durante una jornada que se desarrolló en el valle de Turón. Prueba del interés que suscitaba el libro en cuestión, es que me telefoneó desde Madrid un yerno del antiguo director técnico de Hulleras de Turón, Francisco de la Brena, para que le facilitase el envío de varios ejemplares, algunos de ellos dedicados a las siguientes personas: Dª Rosa Sanchís y Armada (viuda de Brena que tenía 90 años de edad), sus hijas Pilar, Dolores de la Brena y Rosa de la Brena, ésta última esposa de Juan Castellanos que fue el que realizó la llamada telefónica. También un descendiente del fundador de Minas de Figaredo, me requirió una docena de ejemplares, pues quería obsequiar con el libro a cada uno de sus hijos. Se trataba de la familia Alvar-González Figaredo; en ambos casos, fueron remitidos a las librerías correspondientes para que cumplimentaran dichos encargos.
Finalizaba el año de 1995 cuando fui llamado por la Junta parroquial de La Cuadriella para pronunciar el pregón de las fiestas de Santa Bárbara; en cambio, para mí una apasionante aventura no había hecho más que comenzar.

«Sinopsis de «Informaciones del Turón antiguo»
En el libro , que se compone de tres partes y un anexo, se comienza recogiendo los documentos más antiguos que se conocen referentes al Valle ( siglos IX al XII) y, a continuación, se hace un primer estudio de las familias nobles e instituciones religiosas, todos ellos foráneos, que ejercían como grandes propietarios en el siglo XVI y siguientes; además, la reseña de medianos propietarios autóctonos durante los siglos XVII y XVIII. También se refleja la información detallada del catastro del Marqués de la Ensenada correspondiente al territorio y una relación bastante completa de las alcaldes del antiguo concejo de Lena( al que pertenecía nuestro valle) desde 1543 hasta 1836 en que pasa a formar parte del municipio de Mieres. Esta sección se completa desde el punto de vista demográfico con la exposición de tres padrones relativos a los años 1555, 1611 y 1880. En una segunda parte, se hace un estudio detallado de las capillas , iglesias y obras pías fundadas en el Valle, así como una relación muy completa de los curas y párrocos que ejercían en las tres feligresías existentes (Santa María de Figaredo, San Martín de Turón y Santa María de Urbiés ) hasta 1930 que es el año final que abarca la obra. En el apartado tercero se plasma la época industrial del Valle con la creación del «Coto Paz» de Figaredo y de «Hulleras de Turón», sociedades que explotarán mayoritariamente, los recursos minerales del Valle. La parte final de la obra o Anexo consta de catorce reseñas de personas relevantes, del estudio de dos linajes importantes y de doce genealogías de turoneses de no menos interés por su situación preponderante en la sociedad de su tiempo.
Lito Beyman


«Informaciones del Turón antiguo» tuvo una acogida extraordinaria como había vaticinado mi padre. Recuerdo el dato entrañable que me contaba mi amigo Zoilo Martínez de Vega de como su hermano Marcelino, emigrado a la Argentina en los años cincuenta, tenía este volumen en su mesita de noche como libro de cabecera. Marcelino releía sus páginas y aquellos relatos y noticias le transportaban al valle de su nacimiento, a la tierra de su infancia y juventud, a la querida tierra a la que ya nunca más volvería.
Durante todo el año 1996 estuve inmerso en la preparación de un nuevo libro, apoyado en el importante material fotográfico que estaba acumulando y que serviría para complementar el de «Informaciones del Turón antiguo», compuesto, fundamentalmente, de texto y que apenas llegaba a las 50 ilustraciones.
En setiembre de ese año, la SOTUFE tuvo a bien nombrarme pregonero de las fiestas del Cristo que acepté gustosamente pues para mí suponía un honor el dar el discurso de apertura de los festejos principales de mi valle al que quiero tanto.
Comentario de Zoilo Martínez de Vega
Lito nos revela en este libro las bondades estratégicas de los altos de Turón, como refugio de monjes durante la invasión árabe; nos muestra los primeros documentos y los primeros monumentos del Valle, alguno de los cuales sigue de pie, como la casa de mis abuelos de San Justo, que fue originalmente cenobio de monjes benitos, a mediados del siglo IX. El libro de 420 páginas es un prodigio tanto de historias oficiales como de histrias íntimas, como el caso de la vida alegre Ana González de Urbiés, que se «entendía» con su pariente Francisco, hijo de Matías González, o «el desliz de la sobrina del tabernero de Villabazal», cuyo solo título haría hoy las delicias de la prensa del corazón… Todo, absolutamente todo, está en INFORMACIONES DEL TURÓN ANTIGUO, que ya se convirtió en el Libro de Familia de todos los hogares de Turón y de los turoneses, vivan donde vivan y estén donde estén, y como libro de cabecera y manual de nostalgia en las mesitas de noche de todos nuestros emigrantes, por ejemplo Berta Natal en Caracas, Jesús y Petra Blanco en Mar del Plata y mi hermano Marcelino en Buenos Aires.