José Antonio González Rodríguez nació en 1943 y después de estudiar con los lasalianos de Turón, en 1959, ingresa en la oficina de la Casa Sindical como funcionario del Cuerpo Subalterno de la Delegación Nacional de Sindicatos ubicada en El Centro. La dirección corría a cargo de Zoilo González mientras que el conocido como “Nito Sindical” actuaba de secretario técnico. Precisamente, este último, fue el verdadero maestro que, poco a poco, le introdujo en un determinado sector del mundo del trabajo: la confección de nóminas y liquidaciones de Seguros Sociales de una cincuentena de empresas del Valle que englobaban a un total de trescientos trabajadores.
Con veinticinco años ya se encargaba de la confección de nóminas y seguros de una cincuentena de pequeñas empresas ubicadas en el Valle
Desde el principio ya vio aquella oficina como un laboratorio de experimentación que con el tiempo le habría de catapultar hacia misiones de más envergadura. Con unos enormes deseos de aprender pasó pronto por la Escuela de Capacitación Social, simultaneando estudio y trabajo. Cuando años después se produjeron cambios en la Casa Sindical no dejaría pasar aquella oportunidad. El más importante hacia 1965, cuando “Nito” abandona Turón al ser contratado por una empresa de Aguas de Barcelona. Ese es el momento en que José Antonio comienza a encargarse de trabajos de más responsabilidad.

Efectivamente, Nito, antes de su marcha, le traspasa su oficina privada de nóminas y seguros sociales para, poco después, pasar a gestionar una cartera de seguros. Todo ello lo compatibiliza con su trabajo de funcionario sindical. Empero, no olvida su necesaria formación cara al futuro y en los años setenta obtiene la titulación de Graduado Social y Habilitado para el pago de pensiones de la Seguridad Social en todo el Valle. El aumento de trabajo no cesa y el tiempo no alcanzaba para sacar adelante tal volumen de trabajo y antes de que se produjera un colapso en su actividad profesional con la consiguiente disminución de su cartera de clientes, trata de buscar, desesperadamente, una solución a su negocio que estaba viviendo un momento crucial para su desarrollo posterior.
En los años setenta, llamó a su amigo Florentino para abrir una oficina en La Veguina
Por fin, después de sopesar diversas posibilidades durante unos días, da con la tecla que le va a sacar del atolladero: conociendo las dotes y habilidades de su entrañable amigo Florentino Álvarez, le explica la idea que merodea por su cabeza desde hace un tiempo y le propone trabajar en equipo. En ese momento, Florentino, que también era Graduado Social, tenía a su cargo la jefatura de la Oficina del grupo “Urbiés” y no dudó un instante en aceptar el reto que le brindaba José Antonio”. Así fue como trabajando sábados y domingos, a veces hasta altas horas de la noche, abrieron un despacho en el número 14 de la calle de Rafael del Riego, correspondiente al barrio de La Veguina. Según declara el emprendedor de Villandio “Florentino fue pieza fundamental en nuestro crecimiento, al igual que todo nuestro equipo de personal. El grupo hizo la fuerza”. Aquel fue el comienzo de una nueva singladura de gran proyección posterior gracias, sobremanera, al entusiasmo que aporta José Antonio con el que contagia a todos sus colaboradores. En lo sucesivo, la empresa se plantea como un despacho multidisciplinar actuando en actividades fiscales-contables y de intermediación. La oficina pronto se queda pequeña y, en 1975,ya con doce empleados, adquieren otro local en los bajos del antiguo Cine Copeval.
En 1980, abre una nueva oficina en Mieres del Camino
Finalizando la década, se detecta una caída de la actividad económica en Turón por el cierre de las minas y antes de que fuera demasiado tarde, decide dar un paso transcendental que, a la postre, habrá de permitir, no solo la supervivencia de su empresa sino también su extraordinaria expansión ulterior. Nos estamos refiriendo a la apertura en 1980 de una oficina en Mieres del Camino; sin embargo se mantiene todavía la de Turón. Mas José Antonio, con una gran claridad de ideas, a medida que va ampliando su negocio, va haciendo lo mismo con su formación académica, y,al año siguiente, obtiene el título de “Asesor Diplomado en Técnica Fiscal y Mediador de Seguros”.

En el año 1993 surge un pequeño contratiempo: Florentino deja la sociedad al alcanzar la edad de jubilación y José Antonio, que en ese momento ejercía como Jefe de Área en la Oficina del INEM (zona de Mieres, Aller y Lena), decide solicitar la excedencia definitiva como funcionario para dedicarse en cuerpo y alma a la asesoría, cuya evolución era altamente satisfactoria, sobremanera en el despacho capitalino. Sin pensárselo dos veces centraliza sus instalaciones en Mieres del Camino adquiriendo una parte de los bajos del edificio “Narcea”. Ahora, y de forma definitiva, su empresa se constituye en Sociedad Limitada con la denominación “Asesorías Turón, SL”. Fue una decisión dolorosa la marcha definitiva del Valle pero necesaria para la continuidad de la empresa. Esta drástica determinación la refleja José Antonio con las siguientes palabras: “Me costó mucho abandonar mi pueblo, Turón, pero las circunstancias, sobre todo la ubicación como eje principal para las Cuencas, han impuesto centralizar nuestras instalaciones en Mieres que, en definitiva, es mi municipio”.
El negocio va viento en popa pero fiel al adagio “Renovarse o morir”, en 2003, por indicación de su amigo Pedro Heras (Titular del Gabinete Heras de Bilbao), se integra en “Ius Time”. Esta Agrupación, que pasa por ser la Red de Asesorías de mayor prestigio a nivel nacional en servicios profesionales a pymes, le permite compartir experiencias con otras asesorías, sin perder sus propias señas de identidad. Pero tanta dedicación y su contribución a la promoción del empleo (en ese momento ya tenía hasta doce personas trabajando en la asesoría) tuvieron su premio y, en 2007, obtiene el reconocimiento del municipio al ser condecorado con el distintivo al Mérito Empresarial dentro de los galardones Mierense del Año debido “a su apuesta empresarial decidida por Mieres y su entorno”. Actualmente, la plantilla de “Asesorías Turón” consta de veintitrés empleados constituyendo un grupo heterogéneo de abogados, economistas, médicos (para la valoración de incapacidad laboral), graduados sociales, diplomados en ciencias empresariales y mediadores de seguros, que son expertos en temas tan variados como las áreas de Laboral, Seguridad Social, Fiscal-Contable, Civil-Penal, Contencioso y Agencia de Seguros. Por otra parte, José Antonio, con la aportación a su empresa del gentilicio de la tierra natal, ha querido rendirle un tributo especial asociándola a su lugar de nacimiento, Este gesto es un hecho de afirmación pública del orgullo de ser turonés. Es, en suma, una tremenda lección de turonismo, de la que todos los pobladores del Valle debemos de extraer consecuencias.

Para terminar, decir que este notable emprendedor sigue siendo un referente empresarial para toda la comarca del Caudal, y desde sus amplias oficinas de la calle Teodoro Cuesta- último y actual domicilio al que fueron trasladadas en 2006- que ocupan en conjunto más de cuatrocientos metros cuadrados, mira al futuro con optimismo porque sigue creciendo.
La positiva evolución del negocio le impulsa a inaugurar un nueva oficina en 2018, esta vez en Oviedo.
Vocal del Colegio de Graduados Sociales de Asturias para el quinquenio 1974-1978 y Tesorero- Contador del Colegio de Mediadores de Seguros Titulados en el periodo 1997-2000, este turonés parece estar hecho de una pasta especial pues, recientemente, ha ampliado su campo de acción. Efectivamente, el director-gerente de “Asesorías Turón” ha abierto una nueva oficina ubicada en el número 4 de la calle Carreño Miranda, esquina con Valentín Masip, llevando a Oviedo más de cuarenta años de experiencia en las cuencas mineras y, en un mismo despacho, reúne a profesionales especializados en solucionar, tanto los pequeños como los grandes problemas. Solo nos cabe decir, para finalizar esta breve reseña que, José Antonio, por su afán de progreso sostenido durante cinco decenios, se encuentra, por derecho propio, en el grupo de las personas más relevantes salidas del valle de Turón ¡Enhorabuena!