TURÓN, HORA CERO

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Portada del libro

Indice Lº IX !

Indice Lº IX
Índice del libro

CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES DEL LIBRO

Dimensiones : 16 por 24 cm.

Nº de páginas : 450

Nº de fotografías : 400

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                                               Del año 2017 es «Turón, hora cero», un nuevo proyecto editorial sobre el Valle.

Cartel Lº IX Turon
Cartel de presentación en Turón

                                             Elegí el día 25 de mayo para su presentación en Turón. A la hora del comienzo del acto, las 7,30 de la tarde, el Ateneo presentaba una buena entrada. Se hallaban, entre otros, el vicealcalde Manuel Ángel (el alcalde Aníbal Vázquez,tenía un compromiso en Mieres pues terminaban de aprobar los Presupuestos Municipales y no pudo asistir), el director del Instituto de Turón, el salesiano de  Villapendi, Ramón García, que vive en Oviedo, Laurentino Gómez, cura del Lago que se trasladó desde Gijón, Tonio Pulgar, destacado autodidacta afincado en el barrio San Francisco, Juan Luis Rodríguez, profesor del Instituto de Moreda, Pedro Rodríguez Cortés, secretario de Juzgados y Cronista del Centro Asturiano de Oviedo, el Dr. Gutiérrez, eminente cardiólogo de Puenes, que llegó expresamente de Zaragoza, Jose Luis Tirador desplazado desde Oviedo , Graci,  organizadora de la efemérides del 50 aniversario del Instituto de Turón… Imposible citarlos a todos. ¡Ah! también estaba mi madre que había cumplido 93 años, acompañada por sus sobrinos, Mari Carmen y José Julián y por su amiga Luz.

2017. Mina en el Ateneo  el día de la presentación de «Turón, hora cero». Había cumplido 93 años.

La coordinación del acto estuvo a cargo de Longinos Fdez. como en otras ocasiones; también intervinieron, Faustino Fdez, presidente de CESVAT,  Zoilo , desplazado desde Madrid, solo por el hecho de acompañarme en el evento. Como en los casos anteriores, un detalle  también a  tener en cuenta. Concluyó el acto , pasadas las nueve de la noche con la consabida proyección fotográfica,  que esta vez yo me encargué de comentar, y eso que no pudo asistir  Heradio    que también estaba convocado. El abogado nicaragüense excusó su comparecencia debido a la delicada intervención quirúrgica  a que fue sometida su esposa unos días antes. En realidad, aparte de desear una rápida recuperación de su mujer, casi fue preferible su ausencia porque, de lo contrario, la velada se hubiera prolongado hasta las diez de la noche, dada la conocida elocuencia del autor centroamericano.

Para presentar el libro en Gijón, me propusieron una librería que era la moda que se estaba imponiendo, pero no me entusiasmaba la idea.                                        

                                        Igual que había ocurrido con el libro VIII mi propósito era no acudir a Gijón como en la ocasión anterior, aunque desde meses atrás algunas librerías venían tratando de convencerme par presentar el libro en sus locales. La idea no me pareció muy atractiva pues era como presentar un libro en familia debido a las dimensiones de la sala mucho más reducidas que las habituales ya que se trataba de la propia librería. No estaba habituado a este tipo de actuaciones ; además , me sentía un poco cansado de todo. Fue transcurriendo el tiempo y, a veces, me rondaba por la memoria aquella invitación de los libreros pero no veía fácil  tomar una nueva determinación sobre el asunto.

Después de reflexionar durante unos días, me convencí de que la presentación en tales establecimientos, también era una forma de divulgar la nueva obra.

En algunos momentos pensaba que podía ser  la última vez que presentara un libro sobre la tierra y esta idea comenzó a tomar fuerza en mi cabeza. La realidad fue que algunos días después de la presentación en Turón y vista la buena acogida que iba  teniendo este libro, me levanté totalmente transformado, vale decir, decidido a aceptar la invitación de un librero de Gijón.

Cartel LºIX Lib. Central Gijón
Cartel de presentación del libro IX en Gijón.

                               Así fue como el 14 de junio hice la presentación en la Librería Central de Gijón acompañándome para tal ocasión mi amigo José Manuel García Laviana, ingeniero técnico industrial y primo hermano del cura guerrillero Gaspar García Laviana. muerto en Nicaragua en la lucha contra la dictadura somocista. Entre los presentes,  aparte de turoneses como Daniel el sastre, Fidalgo de Santa Marina, Lisardo de Urbiés, Paco Fraile, Mari Carmen del Fabar, Tere Collantes del Lago, Susy Ordóñez o  Belén Hevia de Santa Marina por citar a algunos, se encontraba también mi amigo Alfredo Sánchez García, natural de Laviana y, curiosamente, sobrino de Carlos García,  conocido como «el cura de Barredos» que formó parte destacada entre los «curas obreros» que se oponían al gobierno autoritario del general Franco. La librería estaba al completo, pero ya se sabe que el aforo en un local de esas características es reducido.

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2017.Acto  de presentación de «Turón, hora cero» en  la Librería Central
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Otra perspectiva del mismo acto.

A la presentación en Oviedo, todavía pudo acompañarme mi madre que, a pesar de su avanzada edad, asistió al Club Prensa Asturiana con gran ilusión.

                                      Unos días más tarde me llamaron de la TPA para hacer un pequeño reportaje y el 19  de junio, presentamos el libro en el Club Prensa Asturiana de Oviedo, cuya sala había sufrido una completa remodelación recientemente aumentando su aforo que ahora alcanzaba las 250 plazas. . En la mesa me acompañaron Faustino Fernández, licenciado en Medicina, Xulio Concepción, doctor en Filología, José Espiño, director del Instituto y el ya citado Longinos Fernández que ya era un fijo en este tipo de acontecimientos. Como anécdota, señalar que la hora de comienzo estaba marcada para las siete de la tarde y, a pesar de que indiqué a mis compañeros que sus intervenciones no debían sobrepasar los diez minutos, el caso es que llegamos a las 7,55 cuando comenzamos la proyección fotográfica que  por primera vez no se pudo concluir debido a que a las ocho  horas estaba programado otro acto. Viviendo  y aprendiendo.

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Asistentes a la presentación del libro en el Club Prensa Asturiana. En la 2ª fila de gafas oscuras, se ve a Luz y en la parte central de camisa azul oscura y gafas, se distingue al Dr. Curto. En 1ª fila vemos a Antonio Fernández que oculta a Mina de Fresneo que se encontraba detrás. En primer término, a la izquierda, aparece Rodri de Urbiés (Foto Urbano Álvarez).

                                       

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En esta fotografía de Urbano se muestra la mesa de presentadores en el mismo acto: Faustino (1), Longinos (2) Lito (3) José Espiño(4) y Xulio Concepción(5).

                                             

Prólogo del libro “Turón, hora cero”por Xulio Concepción Suárez ( Doctor en Filología Hispánica y Miembro de Número del Real Instituto de Estudios Asturianos). Oviedo 2017:

                                               Hay muchas formas de seguir construyendo (y reconstruyendo) paisajes en el espacio y en el tiempo de un pueblo, de una comarca, de unos valles, de una región entera. Pero destaca una en especial: aquella que mira al pasado para proyectar el futuro desde el presente. Como existen estilos diferentes para contarlo: con palabras, con fotografías, con notas musicales… Y entre todos ellos destaca también el del escritor que usa el lenguaje en el contexto de los propios lectores protagonistas de su pequeña o larga historia en cada caso.

                                               Ambas circunstancias, la del contenido y la del estilo, se imbrican en las páginas de Lito: un escritor turonés que multiplica desde hace años ambos factores tan necesarios para la investigación asturiana; esa perspectiva etnográfica y etnolingüística a la hora de pintar un paisaje rural con todos los sentidos: palabras, conversaciones con los vecinos, miradas en las fotografías, aromas de los documentos manejados, sabores compartidos con tantos lugareños, en tantas horas de bolígrafo, de libreta y de paciencia… O el tacto, el airín de la corriente en el alma y en la piel a la entrada de las muchas bocaminas y sendas de escombreras pateadas por el autor de pozo en pozo.

                                              Así va recorriendo Lito la intrahistoria de los valles turoneses –que diría Unamuno-, entre la vida rural y la urbana, en unas cuencas que fueron pasando del trabayu del campo al de la mina o de la industria; de las caleyas de los pueblos a las calles asfaltadas en las villas; de los trabayos de las muyeres en las minas y en las fábricas, con el tiempo; los cambios de unas costumbres religiosas, sociales, políticas…, a estos tiempos del milenium, tan fluídos y líquidos –que dicen Zygmunt Bauman y compañía.

                                                  Esa lectura etnográfica, tan necesaria para la investigación asturiana (la micro-, nano-investigación, que diría Amador Menéndez-) se acentúa a medida que los años de reflexión del autor se enriquecen con su experiencia local, su compromiso con sus gentes y sus archivos, fruto de muchos lustros ya de silencio y anotaciones desempolvando documentos notariales, registros parroquiales, testamentos…, caligrafías y símbolos, de difícil interpretación a veces. En las páginas del libro vamos descubriendo las preocupaciones, angustiadas tantas veces, de aquellos turoneses de siglos atrás: tributos, donaciones obligadas, impuestos, limosnas…, que hacían tan precaria la existencia diaria de una inmensa mayoría, antes bastante más que ahora. La historia real de los pueblos, sin divulgar ni en papel ni en digital tantas veces.

                                        La otra perspectiva etnolingüística de la lectura fluye en el discurso del autor: nombres de pila religiosos de aquellos niños y niñas, ineludibles en su contexto familiar y social (José, María, Josefa, María José, José María…); citas paremiológicas de los refranes en boca de los lugareños, tan educativas en aquellos contextos (“San Antonio les guarde”, “Hasta mañana, si Dios quiere”…).

                                          En fin, late en las páginas del libro toda un lenguaje educativo en boca de pequeños y mayores, siempre preocupados por sí mismos, pero por los demás al mismo tiempo; aquella envidiable solidaridad vecinal tan necesaria, como sin estrenar, demasiadas veces en estos mismos tiempos. Varios párrafos para comprobarlo a lo largo de los capítulos.

                                           Otros muchos aspectos etnográficos (económicos, paisajísticos…) va documentando Lito con palabras y fotografías en estas páginas: los proyectos, tan innovadores en su día, del ferrocarril a Turón; los transportes locales; los problemas comunicativos con León y la Meseta Castellana, los túneles del Payares, las rampas por las carreteras de los puertos, con los carruajes de más de un siglo atrás.

                                            No podía faltar en esta documentada lectura del paisaje social turonés la figura de las muyeres en en los tiempos más difíciles. Es el caso de Pilar, en el contexto político de Primo de Rivera. O la pequeña heroína de Santandrés, Leonor, durante la agitación política de los años treinta. Dos fotografía literarias para la lectura la vida cotidiana femenina en tiempos de dictaduras, represiones, marginación, violencias; un aspecto más, tratado por el autor con detalles de especial valor documental, a la hora de entender un poco mejor la historia de los movimientos femeninos posteriores, desde ya mucho antes de su auge en milenium.

                                          Como no falta en esa mirada del autor desde el pasado al futuro los turoneses que dejaron huella: por los distintos colegios y conventos de antaño, por universidades dispares, por otras regiones, por otros países…, en los que fueron, a su modo, protagonistas tantos nativos y nativas de estos valles; médicos, doctores, catedráticos, misioneros…, homes y muyeres que universalizaron el nombre, la historia y el amor a sus pueblos de Turón, mucho antes de la globalización y la glocalización de moda.

                                        Otras cuantas páginas dedica el autor a la renovación, a la innovación y a la esperanza (Turón, hora cero), con una referencia minuciosa a todo un grupo de profesionales en busca de un proyecto en perspectiva: análisis, propuestas y soluciones posibles para el futuro de estos valles mineros en transformación inevitable. Es el caso del Centro de Estudios CESVAT, con el trabajo entusiasta de Faustino, Sergio, José Espiño y compañía. La búsqueda imprescindible de ese punto de inflexión: de ese giro necesario para retomar la vida de unos valles, tan acuciante en tiempos de crisis. Un canto de esperanza que va enhebrando (afilvanando) las páginas del libro desde el índice al epílogo.

                                            En definitiva, un libro de Turón, pero un libro en buena parte universal (global y glocal, que se dice ahora), que podría responder a la sugerencia literaria de aquel novelista ruso: “Dame una teja de tu pueblo, y te contaré cómo es el mundo”.

                                                 Ese día logramos una asistencia próxima al centenar de personas que nos honraron con su presencia,   dando calor  y cariño a todos los que presentábamos el acto. Entre los presentes se encontraba el cronista de Teverga, Celso Peyroux,  la presidenta de GRUCOMI, Mayte Bravo, dos coroneles del Ejército de Tierra  en la reserva y antiguos gobernadores militares de la región como ya había ocurrido en otras ocasiones (Rufino y Baldomero), un vicerrector de la Universidad(Pulgar) y un jefe de Dermatología de la Cuenca el Caudal (Curto). No podemos ovidarnos tampoco de otros asistentes como Jesús, ex profesor del colegio Loyola, de Rodri de Urbiés, enfermera del HUCA, acompañada de su esposo,  de Ciano el futbolista, de Pili del Caburnu, de Juan Luis, profesor del Instituto de Moreda, del fotógrafo Antonio Fernández, de Mari Carmen de Enverniego y Jose Julián del Gabitu, de Elena de Enverniego, de Esteban Rufino de Los Barracones,, de Anita de L’ Agüeria de Urbiés, en compañía de su hija, de Elías, que fue profesor en el colegio de Pola de Lena, de

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Mi madre, Mina de Fresneo, en el centro, flanqueada por sus familiares Elena y Mari Carmen. Al fondo, de camisa azulada y cabello canoso, se ve al coronel Baldomero que tiene a su derecha a Fermín Palicio de Oviedo (Foto Urbano Álvarez).

José Antonio el de la asesoría, de Julia, esposa de Longinos, de mis amigos de Oviedo (Antonio, Andrés,Urbano,Serafín…) y de otros más , cuyos nombres- ruego se me disculpe- no recuerdo. Sin olvidar a mi madre, Mina de Fresneo, que también participó del evento, acompañada de su amiga Luz del Fabar.

                              Una vez que pasé la experiencia en la librería de Gijón, ya no dudé en aceptar la invitación de otra, ubicada en Mieres del Camino. Precisamente en la capital municipal, nunca había presentado libro alguno pues siempre que me hacían tal sugerencia, respondía lo mismo: ”Lo considero innecesario porque los turoneses que viven en la villa ya se enteran del lanzamiento del libro al presentarlo en Turón”. Pero los tiempos cambian y, a veces, es más útil adaptarse a esos cambios.

 Antes de la conclusión de aquel mes, tocó el turno a la librería «La Pilarica»

                                     

                                                Estuvimos en «La Pilarica» el 28 del mismo mes. Ese día, me presentó Sergio Delgado, licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo. Sergio es un joven turonés, estudioso e inteligente que está preparando el doctorado, cuyo título pronto caerá en sus manos pues tesón y capacidad para conseguirlo no le faltan. Acudieron, entre otros, Gimiro Villanueva y su mujer Nieves, Nalito de La Vera ‘l Camín, Muñiz el pintor de Los Valles, Jamín Noval Nito, el hermano de Zoilo, José Luis el de Luisa  de Villandio, el lasaliano Alfonso, natural de Arnizo y profesor en el colegio La Salle de Ujo y algunos otros. Estos que yo recuerde. Lo cierto es que al ser de pequeño aforo , todas las sillas estaban ocupadas ¿Pero que tendrán las gentes de Turón, que estén donde estén siempre animan estos actos con su presencia?

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 Junio de 2017. Presentación del libro “Turón, hora cero” en la librería mierense “La Pilarica. Lito está acompañado, en este caso , por Sergio Delgado, licenciado en Historia.                                                  

Es por eso por lo que podemos decir que, en general, estos encuentros se han caracterizado por una favorable acogida del público. Unas veces han sido unos los concurrentes y otras veces otros distintos pero en todas las ocasiones ha habido una importante representación de la colectividad turonesa. Este pueblo, mi pueblo, ha respondido siempre a nuestra llamada con la mayor generosidad como ocurrió en la presentación de «Turón, hora cero» o  «Libro nono» de la serie,por lo que, una vez más, tengo que agradecerle su magnífica predisposición siempre que un nuevo libro veía la luz. No puedo por menos que deciros, estéis donde estéis, que ¡Vosotros sois únicos!

                                           

Sinopsis de «Turón, hora cero»

                                           «Manuel Jesús López González “Lito” es el ejemplo del profesor de ciencias reconvertido a las letras. Ello obedece a dos causas fundamentales, ligadas entre sí, como son su interés por la Historia y su querencia

Alfonso Benito

con la tierra que le vio nacer. En el intermedio, este titulado superior por la Universidad de Oviedo ha tenido tiempo durante tres décadas para ejercer su profesión de funcionario en el Ayuntamiento de aquella ciudad. En el volumen que ahora ve la luz, “Turón, hora cero”-  noveno de una serie sobre el valle minero que inició en 1995-se plasman diversas vivencias protagonizadas por turoneses, no solo en el ámbito local sino en los más variados puntos de la geografía española e, incluso, supranacional. En otra parte de este trabajo, se dan las claves para liberar a su tierra del abandono a que se halla sometida desde hace ya bastantes años. No falta, en último caso, una importante selección de fotografías, siempre presente en todas sus publicaciones, en las que como a él mismo le gusta remarcar hay un único y genuino representante que es la familia turonesa a través de sus distintas manifestaciones.

Mozas Pandel

                                     Delfina  y Eloína, dos jóvenes de Pandel.                            

   

                                                                   La obra de Manuel Jesús alcanza en su conjunto varios miles de páginas y una dedicación de muchos años a esta  tarea que siempre ha realizado con mucha dignidad y sin grandes pretensiones, tan solo con el ánimo de dejar para la posteridad una idea general de la crónica de Turón «.

          (Editorial, mayo de 2017)

                             En el mes de agosto, recibí el siguiente correo electrónico  procedente de París:

                                      «Buenas tardes Sr. López González. Le escribo de parte de la Sra. Leonor Greyl. Ella compró su libro y le gustó mucho. Le agradece mucho haber incluido en su libro las memorias que ella le envió hace algún tiempo. La emocionó mucho esta atención muy especial. Reciba un saludo cordial. Leonor Greyl». 

                                    Siempre agrada  escuchar frases de esta guisa. La realidad es que han sido muchas personas las que han aprobado con expresiones parecidas, las que han considerado un acierto el que yo me involucrara en esta aventura  sobre la historia del valle de Turón. Lo digo sin atisbo de petulancia por mi parte y porque esa es la realidad. Esta tendencia favorable que he observado en mis lectores al calificar la serie de libros que he publicado hasta la fecha, siempre de forma benevolente  y positiva, puede que haya sido la causa que me ha impulsado a seguir en una tarea sin ánimo de lucro, como es esta, y que ya, en 2017, ha cumplido treinta y un años.